miércoles, 8 de junio de 2011

DUBAI, CRECIMIENTO ECONOMICO

 Dubái ha crecido gracias al comercio que se a desarrollado en los ultimos años y no del petróleo como se imaginan algunas personas. El desarrollo de Dubái comenzó con el gobierno de la familia Al Maktum, ya que tomaron en cuenta  que tenían una gran  potencial de la bahía, y decidieron establecer allí un puerto comercial.
  


Los elevados derechos de aduanas sobre las importaciones y las exportaciones que pasaban por la costa de Irán pesaron en el cambio de rumbo del transporte de mercancías a favor de Dubái. Este fue un golpe particularmente duro para Lingeh, el principal puerto persa.
Maktum  aprovecho  del influjo de comerciantes que se reinstalaba en la costa árabe, y estableció a Dubái como un puerto de libre cambio, ya que  abolió las tasas sobre las importaciones y las exportaciones e inició un programa sistemático para animar a los más importantes mercaderes de Lingeh a trasladarse. Les ofreció tierras y garantías personales de protección en su tranquilo paraíso del comercio.  Al favorecer el crecimiento de la economía, los artesanos y los pequeños comerciantes pronto siguieron el camino de los mercaderes más prósperos que habían emigrado a Dubái.

Gracias a todas las oportunidades que se le abrieron a Dubái este se convirtió en el puerto más importante de entrada al Golfo, además de ser el centro del comercio de perlas.
 Las perlas y la pesca fueron los primeros medios de subsistencia para los habitantes de Dubái y el impulso de su economía.


El comercio fue la semilla a partir de la cual se formó la perla de Dubái, pero el petróleo apareció, jugando un papel muy importante en la historia del emirato.

Durante los primeros años de la década de los setenta, los EAU eran uno de los principales productores del Oriente Próximo y vivieron un periodo de auge sin precedentes.

Conocedores del riesgo que implica la dependencia de una sola fuente de ingresos, los gobernantes decidieron fomentar las industrias alternativas, desarrollando las infraestructuras y continuando con la política del Jeque Maktum de ofrecer condiciones de negocio favorables a las multinacionales.

La economía de Dubái floreció y una próspera ciudad emergió de las arenas del desierto en menos de cincuenta años.


El minúsculo emirato de Dubái tiene un hotel exclusivo de siete estrellas, la primera estación artificial de esquí de Oriente Medio y en breve contará con el primer hotel acuático de lujo del mundo  Hydropolis, Ski Dubái, un complejo artificial de pistas de esquí que imita una estación de los Alpes suizos. y la torre más alta jamás construida, comerciales, instalaciones deportivas de primera clase. En poco más de una década, este reino, se ha reinventado a sí mismo como centro comercial y turístico de la zona.

 






 Hydropolis, primer hotel de lujo bajo el agua.











Todos los proyectos e inversiones en infraestructura pueden parecer demasiado ambiciosos para una ciudad de solo un millón y medio de habitantes, de los que un 80% son extranjeros.
Los logros económicos del emirato se han realizado con tanta rapidez gracias a la estrategia de diversificación económica del Gobierno de Dubái, que también ha lanzado importantes inversiones inmobiliarias en el extranjero -incluso Londres y Nueva York- destinadas a acabar con la dependencia del petróleo, típico defecto de los países del Golfo.


Actualmente, el crudo y el gas sólo representan el 7% de la economía de Dubái, mientras que las re-exportaciones, el sector inmobiliario y el turismo se han convertido en las principales fuentes de ingresos.





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